viernes, 13 de agosto de 2010

El árbol de la buena onda.

EL ÁRBOL DE LA BUENA ONDA

Vaya a

caminar. Sonría a su

hijo. Haga su álbum familiar. Cuente

las estrellas. Mime a los que ama. Llame

a sus amigos por teléfono. Dígale a alguien

“te quiero mucho”. Hable con Dios. Sea un niño

por una vez. Salte a la cuerda. Borre la palabra “rencor”.

Diga que sí. Ríase. Lea un buen libro. Pida ayuda, corra. Cumpla

sus promesas. Cante alguna canción. Anote los cumpleaños. Ayude

a un enfermo. Salte para divertirse. Cambie un peinado. Sea voluntario.

Piense. Devuelva un favor. Termine un proyecto. Rompa un hábito. Dese

un baño de espuma. Haga una lista de las cosas que hace bien. Relájese.

Exprese lo suyo. Trátese como un amigo. Escriba un poema bello. Visite

a un hermano. Sueñe despierto. Apague ya el televisor y hable. Permítase

equivocarse. Devuelva una amabilidad. Escuche a los grillos. Agradezca a

Dios por el sol. Acepte un cumplido. Perdónese. Deje que alguien lo cuide.

Muestre su felicidad. Aprenda algo que siempre deseó. Tóquese la punta de

los pies. Mire una flor con atención. No diga “no puedo” por un día. Cante

en la ducha. Viva cada minuto de la mano de dios. Empiece una tradición

familiar. Haga un picnic adentro. Por hoy no se preocupe. Practique

el coraje de las pequeñas cosas. Ayude a una anciana del barrio.

Aliente a su niño. Mire fotos viejas. Escuche a un amigo.

Imagine las olas de las playas. Juegue con su mascota.

Permítase brillar. Dese una palmada en la espalda.

Grite por su equipo favorito. Pinte

un cuadro. Salude a

un nuevo vecino.

Haga un pequeño

cambio. Delegue

tareas. Hágale

sentirse

bienvenido a

alguien. Permita

que alguien lo ayude.

Sepa que no está solo. Hágase un regalo.

Aunque no lo tengamos siempre presente, hay un montón de

pequeñas cosas que pueden hacerse para mejorar cada día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario